top of page

Manuel Jiménez: El tallador de sueños.

  • Sofía Olmos
  • 13 may 2017
  • 4 Min. de lectura

Manuel Jiménez es un orgullo mexicano, él elaboraba preciosas piezas de madera que nos dejó de herencia cultural...

Monte Albán es considerado como la cuna de las figuras talladas en madera, tierra del maestro Manuel Jiménez, precursor de las artesanías, hoy conocido mundialmente como alebrijes.

Los paisanos del maestro Manuel Jiménez, reconocen la herencia que les dejó y no dudan en asegurar que él fue el primer maestro artesano que elaboró figuras con la madera.

HISTORIA DE MANUEL JIMÉNEZ

Manuel Jiménez nació en 1919, sus padres se asentaron en esta localidad para trabajar en una hacienda productora de aguardiente, panela y azúcar, una pequeña empresa que ocupaba a los pocos habitantes del pueblo.

Los dueños eran españoles y ocupaban a los campesinos para cortar caña, entre otras actividades propias del campo.

“Los campesinos criaban sus animales de corral como chivitos, toritos y borregos, mi abuelo, el padre de mi papá no le daba tiempo de darles de comer a sus animales por salir tarde de trabajar en la hacienda”.

Isaías Jiménez, el hijo menor del maestro, señala que debido a esta situación a sus escasos 8 años de edad, su padre Manuel se tuvo que hacer cargo de los animales.

“Al otro día lo encaminó al pie de Monte Albán y le dijo que regresara a casa antes de que se ocultara el sol, se pasaba todo el día en el campo y empezó a jugar, empezó hacer sus juguetes de barro, en ese primer día”.

“Empezó a amasar la tierra porque el suelo estaba lodoso, con eso hizo sus primeros juguetes observando sus animales vivos y se basó en sus movimientos de cómo sus chivos bebían agua y se rascaban”.

“A los días siguientes regresó a este lugar para seguir pastoreando sus chivitos, fue a ver sus juguetes y los encontró desechos porque había llovido, lo sintió mucho y se preguntó qué otro material podría utilizar para hacer sus juguetes y se le ocurrió cortar ramas y troncos de madera para empezar a tallarlos, quería que le durara mucho esos juguetes porque no tenía dinero para comprarse otros, su papá nunca le había comprado un juguete”.

De acuerdo con Isaías, desde entonces Dios le dio a su padre ese don de hacer figuras, “ahí fue donde él tuvo ese amor en hacerlo, con el paso del tiempo fue haciendo más durante sus pastoreos”.

En la recopilación de su historia, sus hijos refieren que el maestro creó sus primeras figuras entre el año 1927, posteriormente, al igual que su padre se dedicó a trabajar en la hacienda; a los 17 años los hacendados lo recomendaron para que se fuera a buscar un empleo en las ruinas de Monte Albán, donde el investigador Alfonso Caso realizaba las primeras exploraciones.

Al ser contratado en las ruinas, su primer empleo fue como vigilante en la tumba 7. “Ahí vio que empezaron a subir grupos de norteamericanos y empezó a llevarse sus tallas de madera que tenía en su casa para ver si los visitantes le compraban o simplemente los admiraban”.

Después de tres años, decidió dejar Monte Albán y junto con su esposa Bibiana Hernández Aguilar tomó sus tallas de madera y caminó por las veredas de la zona arqueológica hasta llegar a la ciudad de Oaxaca.

“Entre los años 50, se fue a la ciudad pensando encontrar alguna tienda de artesanías pero en aquel entonces no había, tocó puertas para ofrecer sus trabajos en casas particulares, como no vendía no tenía dinero para comprar comida y lo único que hacía era tomar agua de las fuentes que habían en las calles del Centro Histórico”.

Isaías refiere que por fin, en algún momento las puertas se abrieron para que el mundo conociera los alebrijes, “ahora estas figuras que él empezó ha levantado Oaxaca, hoy en día florece Oaxaca por sus tiendas de artesanías, él es un árbol muy grande que nos da esa sombra y sus frutos”.

EL MUSEO...

El maestro Manuel Jiménez, murió un 4 de marzo de 2005 a los 85 años de edad, dejando un gran legado histórico como son las figuras talladas en madera.

A decir de su hijo, después de su muerte comenzaron a llegar varios norteamericanos que lo conocieron y compraron sus obras.

Su fama en el otro lado de la frontera fue porque la cineasta Judith Bronowski, le realizó un documental sobre su trabajo y lo llevó a exponer un taller itinerante en varios estados de la Unión Americana.

“Después de esto, en 1978 fue el boom, explotó esto, todos dejamos el campo y nos dedicamos a formar talleres familiares, así fue como brincaron los demás poblados donde actualmente se elaboran estas figuras, vieron que era negocio”, explica Isaías.

En el museo que lleva por nombre “Manuel Jiménez, el tallador de sueños”, se pueden encontrar una infinidad de obras hechas por el maestro, así como el documental y las múltiples publicaciones en revistas y periódicos que mostraban sus obras de arte.

Sus hijos y nietos mencionan que la apertura del museo nació por la inquietud que tenían los amigos del maestro, que provenían de Estados Unidos, incluso varios donaron las figuras que habían adquirido para que fueran exhibidos en el museo.

Actualmente el museo sigue creciendo y es visitado por miles de turistas que conocen la historia de Manuel Jiménez.

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

Preparatoria La Salle del Pedregal

Área IV

604

2016-2017

bottom of page